viernes, 17 de febrero de 2012

ESTUDIANTINAS TOBARREÑAS O "LOS SIETE FIGUES" - CASIMIRO BLEDA

A Antonio Izquierdo Sánchez, con cariño.

"Ya vienen los Carnavales
remontando el Portachuelo,
el que no tenga careta
se apañe con un pañuelo,
Don Carnal de nuevo viene
y detrás, Doña Cuaresma,
arriba los corazones
que ya llegará la pena.

Ya sé, que estamos en crisis,
que pa' derroches, no estamos,
pero reirse es barato
y pa' otra ronda, sí damos
pa' un bocata de chorizo,
con chocolate y fritillas
y el Miércoles de Ceniza,
saludos a las sardinas.

Otro año más se repiten
estos festejos paganos,
y vienen a mi memoria
cosas de tiempos pasados,
de aquellos buenos poetas,
estudiantes y ripieros
que en las calles de Tobarra
fueron, regalando versos.

Algunos, nos han llegado
en un documento escrito,
otros en cambio llegaron
por vía oral transmitidos,
y otros, desgraciadamente
con el tiempo se han perdido,
como tantas otras cosas
por despiste o por descuido.

Pero hay veces que el azar
se convierte en tu aliado,
y coloca en tu camino
alguien que sabe algún caso,
y así, tirando de la hebra
se va formando el ovillo
que va ocupando su espacio,
sin duda, muy merecido.

De aquellos días gloriosos
de numerosas comparsas,
llamadas estudiantinas
en nuestro pueblo, con guasa
hubo una, muy singular
sin que haya constancia apenas,
llamada "LOS SIETE FIGUES"
que fue una cosa tremenda.

Repartiendo por doquier
sal y vinagre a destajo,
con pimienta y con limón,
por arriba y por abajo.
Es preciso recordar
toda la puesta en escena
de la aludida comparsa
por las calles tobarreñas.

La carroza que los lleva,
un carro a la antigua usanza
del que va tirando un mulo,
que no cabe entre sus varas,
un juglar, ramal en mano
marca parada y descanso,
los otros seis, van arriba,
a la parroquia llamando.

Y es que la más principal
estrella de la reclama,
se encontraba en una jaula
colgada en la travesaña,
tapada con un mantel
con sorpresa asegurada,
y que sin duda será
¡El asombro de Tobarra!

Pregonaban sin cesar
que en la jaula custodiaban,
siete jilgueros cantores
de una extrañísima raza.
El selecto repertorio
que los pájaros cantaban,
iba del Danubio Azul
al brindis de La Traviata.

¡Acercaros tobarreños!
No despreciéis esta ganga,
debéis escucharlos hoy
por si mañana no cantan.
Pero antes oir las coplas
que tenemos preparadas
que no se libra el tricornio
ni tampoco la sotana.

Y al terminar sus coplillas
con picardía cantadas,
se aproxima ese momento
de que tiren de la manta;
la calle, de bote en bote,
todos miran a la jaula
con ansiedad contenida
que la destapen, aguardan.

Al retirar el mantel
en la prisión se encontraban,
siete moñigos de mulo,
cada uno, de kilo y cuarta,
y contemplando el tamaño
la gente se preguntaba.
¿Cómo expulsó aquello el mulo,
sin aplicarle cesarea?

Y como broche final
a una actuación tan magna,
cantaban ¡Hay carrasclás!
¡Que bonita serenata!
Reanudando el desfile
a otra calle se mudaban,
repitiendo el recital
con "las aves enjauladas".

Toda esta escatología,
sea disculpada, espero
y que arranque una sonrisa
en homenaje y recuerdo,
de aquellos que en Carnaval
con sarcasmo y con ingenio,
abrieron su corazón
a Tobarra, nuestro pueblo.

Ya se van los carnavales,
atrás queda el Portachuelo
ojalá el año que viene
podamos verlos de nuevo,
y recordar a las gentes
que un día nos precedieron
y aunque tuvieran su crisis
ratos felices, nos dieron."

© Casimiro Bleda Onrubia
Aranjuez 17 de febrero de 2012

1 comentario:

Casimiro Bleda dijo...

Espero que os guste, si os apetece, podéis ver este poema y alguno más en.
http://fraguandoversos.blogspot.com/

Un saludo y feliz San Reventón